¿Cuándo fue la última vez que compraste un diamante? O, acaso, ¿es tu primera vez comprando un diamante? Elegir y comprar un diamante puede ser un proceso simple y divertido. Debes considerar, primero, tu presupuesto.
Tu presupuesto, o cuánto estamos dispuestos a gastar en algo (según nuestras finanzas), va a influir en el tipo de diamante que podemos conseguir. Comenzando con las opciones más económicas, las cuales son los diamantes de laboratorio, puedes ahorrar aproximadamente un 30% comparado a un diamante extraído de forma natural. Si lo que queremos es un diamante natural, entonces necesitamos considerar el propósito de la compra, ya sea para matrimonio, para el uso diario, o para mejorar lo que tenemos.
Una vez que hayamos definido el presupuesto y el propósito, es hora de encontrar ese diamante que tanto has querido. Los diamantes tienen 4 características generales que son aceptadas a nivel mundial. Gracias a Robert M. Shipley, fundador de GIA (Instituto Gemológico de America) y su sucesor, Richard T. Liddicoat, podemos categorizar un diamante por color, claridad, corte, y peso (en quilates). Utilizando esta guía como referencia, vamos a ahorrar tiempo y dinero (que más o menos significan lo mismo) al comprar ese diamante que tanto anhelamos.
Color
La escala de color de GIA de la letra D a la Z es aceptada internacionalmente y es lo que utilizaremos como referencia para comprar un diamante. Un color D, es un diamante incoloro y un color Z es un diamante amarillo claro. Como podrás ver, mientras más color tenga el diamante, menor será su grado en el rango de la D a la Z; entonces, la escala de colores mide la ausencia de color en un diamante.
Al comprar un diamante, siempre pregunta por su color. La forma más segura es mediante un certificado de un laboratorio calificado, o con una escala de colores. Una forma sencilla para comparar dos o más diamantes es ponerlos sobre una hoja de papel blanca, de modo que el contraste será muy aparente.
D E F – Incoloro
Un diamante se considera incoloro si entra en este rango de letras. Este color es perfecto para diamantes montados en oro blanco o platino. Este rango es uno de los más costosos ya que minar un diamante de esta categoría es muy raro; sin embargo, no es necesario tener un diamante incoloro para que la pieza luzca fenomenal, ya que puedes optar por el siguiente rango.
G H I J – Casi incoloro
Un diamante casi incoloro es aquel entre la G y la J, este último siendo el más cercano a amarillo pálido. Una recomendación para ahorrar dinero es elegir G y H para piezas de oro blanco y platino; la diferencia en color entre estos y los incoloros es mínima pero la diferencia en precio es sustancial. Si buscas un diamante para una pieza en oro amarillo o rosado, recomiendo los colores I y J. Si eliges estos últimos para una pieza de oro blanco o platino va a resaltar el tono amarillo en el diamante. Siempre compara el color de los diamantes para asegurarte de que es exactamente lo que querías.
K L M – Amarillo pálido
A partir de este rango comenzarás a notar el tono amarillo en los diamantes. De preferencia, usa este color para piezas en oro amarillo o rosado y no en oro blanco o platino, a menos que sea tu intención resaltar el tono amarillo del diamante (no es algo común, pero lo dejo a tu criterio). Los diamantes color amarillo pálido se ven mejor en piezas de oro amarillo y cuestan menos que los diamantes incoloros y casi incoloros. En especial el color K, ya que combina bien con el tono del oro de 14 y 18 quilates. Incluso si decides comprar una pieza en oro amarillo, compara los colores de los diamantes para ver si realmente notas la diferencia. Si no la notas, considera comprar la opción menos costosa.
N O P Q R – Amarillo muy claro
Es imposible ocultar el tono amarillo en los diamantes de este rango, incluso en aquellos montados en piezas de oro amarillo. Estos diamantes no son tan populares, y, en mi experiencia, no se venden mucho. La ventaja de este rango es el precio, y, para algunas personas, su tono amarillo.
Algunos joyeros usan el rango Q – Z para piezas en oro amarillo con un halo de zafiros amarillos. Esto les da la apariencia de ser diamantes de fantasía (diamantes naturales con colores más intensos que los de la escala D – Z). No son tan amarillos como los diamantes de fantasía, pero con la pieza correcta pueden aparentar serlo.
S T U V W X Y Z – Amarillo claro
Las personas que compran diamantes de este rango lo hacen, más que nada, por el color. Ya sea que quieran el look de un diamante de fantasía por menos dinero (mucho menos, de hecho) o porque les gusta el tono amarillo y lo quieren hacer resaltar en una pieza de oro blanco o platino.
Ten cuidado al comprar diamantes en estos rangos; he conocido clientes que aseguran tener diamantes de fantasía cuando en realidad son diamantes de color amarillo claro, los cuales cuestan mucho menos. La única manera de distinguirlos (si no eres un experto o la pieza sobre la cual está montado lo complica) es pedir ver el certificado del diamante; mejor si es un laboratorio con buena reputación. Siempre pregúntale a la persona a cargo si el diamante es amarillo claro o de fantasía, tienen la obligación de decirte y mostrarte.
A partir de aquí, debo mencionar que existen diamantes de distintos colores y con mayor saturación (mayor intensidad de color). Estos diamantes son denominados de fantasía y su procedencia es natural como los diamantes convencionales. La diferencia es que solo 1 de 10,000 quilates entra en esta categoría. Por lo tanto, el precio es mucho mayor que aquellos en la escala D – Z.
Hay otra forma de conseguir diamantes de colores a un menor precio que los de fantasía, pero hay que saber qué estamos comprando y el proceso que llevan estos diamantes para adquirir su color. ¡Asegúrate de leer el artículo sobre los diamantes de colores!
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